miércoles, 13 de febrero de 2013

De uno de esos momentos que el Capitán Rogers no olvidará


Da un rápido vistazo al castaño a su lado y ríe bajito una vez más; este solo le dedica una mirada de odio furtiva y ambos vuelven a lo suyo. Momentos después, sus ojos vuelven a desplazarse desde el libro en sus manos, pero esta vez es atrapado por el menor.
- ¿Ya te atacó la demencia senil, Rogers? -le espeta Stark sarcástico.
- No ¿cómo cree, Stark? Este libro es bastante  divertido, eso es todo.  -Avanza otra hoja, sin intenciones de un mayor contacto visual y sube un poco más el libro para disimular una pequeña sonrisa.
- Si, el libro, por supuesto -Stark rueda los ojos y se acomoda en el cojín en el que está sentado diseñando algo nuevo. - Pues entonces deberías procurar no parecer un demente riendo solo en cualquier lugar.
- Lo tendré presente  -en ese momento, baja el libro y le dedica una disimulada sonrisa a Tony antes de volver a leer.
Antes de intentar recordar en qué había quedado, da una última mirada al menor. Sonríe divertido. Y es que, desde que el hombre de hierro se sentara en ese cojín y su ropa interior quedara descubierta, no dejaba de parecerle curioso que ésta tuviera dibujos del Capitán América.
Quizás en unos minutos más sería buen momento para preguntar por eso.

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