viernes, 3 de octubre de 2014

(Songfic) Tears in Heaven - Eric Clapton

LLOREMOS TODOS DE LAS MANOS, POR FAVOR.



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Noviembre había comenzado hacía pocos días, llevándose consigo lo que quedaba de sol y calor. Para algunos, Noviembre se había llevado algo más que eso.

Would you know my name
If I saw you in heaven?
Would it be the same
If I saw you in heaven?


Muchos magos habían salido a celebrar la caída de Lord Voldemort a pesar del gélido aire que ya comenzaba a correr. Solo se hablaba del Niño Que Vivió y el gran sacrificio que hicieron sus padres. Como si eso hubiese sido suficiente.

De los ojos del mayor de los Black cayó una lágrima, luego otra y antes de dejar salir un sollozo salió rápidamente de la habitación. Bajó las escaleras y con una torpe patada abrió la puerta hacia el exterior.

Había llegado tan rápido como pudo al Valle de Godric ¿Para qué? Ya no había nada que hacer ahí.

Dio un último vistazo a la casa donde hacía unas horas había acabado la Guerra y subió a su escoba.

I must be strong
And carry on,
'Cause I know I don't belong
Here in heaven.


- Fuiste tú, Sirius. Ya todo el mundo mágico lo sabe.

Las palabras de Remus resonaron en su cabeza una y otra vez.

- ¿De qué rayos hablas, Lunático? -realmente no entendía qué era lo que pasaba. ¿Su culpa lo de Lily y James? Jamás. Habría preferido que le sacaran los ojos y lo hirvieran en aceite antes de hacer algo así. Era evidente...

 Lo era, ¿verdad?

Remus solo lo miró, con una cara que no le conocía y eso le dio miedo. Él era lo único que seguía teniendo. A Remus y a su ahijado. Su ahijado.

- ¿Dónde está Harry?

- A salvo -el tono del castaño fue cortante- Vete, Sirius. Ya hiciste mucho aquí.

Alcanzó a tomar del brazo a Lupin antes de que éste saliera de la habitación.

- Tú sabes que yo no sería capaz de eso, Lunático, mírame.- Lupin se giró un poco, solo para alcanzar a verlo de reojo-  Como era evidente que yo sería el guardián le dije a Colagusano que él lo fuera. Era lo más seguro. Él era el único que sabía dónde estaban, Remus.

- Lo único que queda de Colagusano está sobre la mesa, Black -lo último fue dicho con amargura. Lupin sabía que no iba a aguantar mucho más - Si algo de cariño te queda por Lily y James, no molestes a Harry.

Nunca pensó que estas serían las últimas palabras que escucharía de Remus, ni que éstas lo fueran a perseguir desde entonces.

Would you hold my hand
If I saw you in heaven?
Would you help me stand
If I saw you in heaven?


Era el cuarto plato de porcelana fina que lanzaba desde las escaleras de la mansión de la honorable familia Black.

Le daba asco.

Desde que era un niño le revolvía el estomago el solo escuchar su apellido dicho con tal suficiencia, como si fueran mejores que todos, aunque para él eran más repulsivos que la más insignificante cucaracha aplastada.

Esta vez lanzó una copa de cristal.

Su familia le repugnaba, pero él seguía siendo parte de ella. Era tan solo otro Black más. O lo fue hasta que conoció a James.

James había sido su primer amigo, su compañero, su hermano, su familia, su mejor decisión y probablemente con él habían aparecido también otras pequeñas decisiones que lo hicieron caminar por fin con la cabeza en alto.

Quizás podía hacer que cayera la lámpara flotante del salón principal. Definitivamente podía.

 Fue Jimmy el que le ayudó a ser ese Black que marcaba la diferencia. Ese Black que no le daba asco.  Ese Black que parecía haberse esfumado para los demás junto con él mismo.

Sintió su cuerpo entumecerse mientras veía caer la gran araña de cristal. Escuchó unas voces. Qué más daba. Al parecer volvía a ser simplemente otro Black más.

I'll find my way
Through night and day,
'Cause I know I just can't stay
Here in heaven.


No sabía a dónde lo llevaban y realmente no le importaba. Solo sabía que para todos era él quien entregó a sus amigos.

Iba rodeado de magos que lo apuntaban con sus varitas y atado de pies y manos. Casi podía apostar que se dirigía a una nueva torre de Azkaban. No se escuchaba más que el sonido de su propia respiración.

Se detuvieron en una esquina y tras pronunciar unos cuantos hechizos, fue empujado hacia lo que sería su nuevo hogar. Apestaba a mierda.

Time can bring you down,
Time can bend your knees.
Time can break your heart,
Have you begging please, begging please.


No estaba seguro de cuánto tiempo llevaba ahí ya. Probablemente bastante.

No podía negar que se sentía complacido de presenciar en primera fila cada vez que un mortífago llegaba a una celda, pero su felicidad terminaba en cuanto a susurros por la noche volvían a recordarle que aunque él no fuera el culpable, fue menos inteligente que ese asqueroso de Petigrew.

Beyond the door,
There's peace I'm sure,
And I know there'll be no more
Tears in heaven.


Hacía una semana había escuchado ya, en el murmullo nocturno, que ese hijo de puta no estaba muerto. No del todo al menos.

 Los primeros días creyó que era una broma, pero poco a poco se fue convenciendo de que podía ser verdad. Y si lo era, Harry estaba en peligro. Y no, la muerte de James no podía ser en vano.

Antes de la última ronda nocturna de su doceavo año en Azkaban, Sirius Black logró explotar la pared de su celda con una varita robada.

Había demorado una semana en aprender a llamar a la varita del grasiento cocinero con palabras y un minuto en caer al mar desde la torre.

Nadie entendió cómo pudo escapar si en ese terreno era imposible desaparecerse, pero tampoco nadie sospechó del enorme perro negro que nadaba laboriosamente hacia el norte por el mar.

Would you know my name
If I saw you in heaven?
Would it be the same
If I saw you in heaven?


Sirius sabía que Harry lucía igual que James y le asustaba un poco olvidar ese detalle.
A lo mejor no había tanto de qué preocuparse. Seguramente los años en Azkaban lo habían hecho más prudente, porque cada idea que tenía respecto a Harry era mil veces menos idiota que las ideas que le proponía a James.

Definitivamente Harry lucía como James, pero no lo era. Tal como él mismo lucía como el gamberro que hace más de una década solo bromeaba, pero era otro Sirius, ahora solo pensaba en cuidar lo único que quedaba de James y Lily.

No era el mismo Sirius. Ahora era un Sirius adulto.

I must be strong
And carry on,
'Cause I know I don't belong
Here in heaven.


Lupin caminó por el Valle de Godric buscando a Sirius Black. El muy traidor había salido corriendo despavorido luego de prometer que se comportaría en el paseo matutino.

De pronto, una idea cruzó su mente y emprendió marcha a un lugar conocido.

Habían pasado trece años desde que James y Lily dejaron de respirar. Y dieciocho desde que Sirius se metiera con los pies fríos a la cama con James.

Eso Remus Lupin lo recordaba perfectamente, porque fue esa misma noche en que James Potter prometió hacer padrino de su primer hijo con Lily a Sirius, a lo que éste aceptó complacido antes de quedarse dormido.

Por eso, el cansado profesor miró nostálgico al perro que dormía plácidamente sobre la tumba de  quien siempre sería su mejor amigo.

2 comentarios:

  1. Casi me haces llorar... CASI.
    Si no fuera porque el video de youtube que tenía para efectos sonoros venía con un extra... no sé que habría pasado. El link que puse en mi nombre es el video, si quieres darle una nueva perspectiva a tu fic.

    PERO POR QUÉ LE DISTE UN FINAL CASI-FELIZ.
    Nunca lo entenderé.

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  2. Porque había hecho un final que me dejó sin ganas de vivir y el ravotril no alcanza para todos :(

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